Melanoma

El melanoma, el tipo más grave de cáncer de piel, se forma en las células que producen melanina, el pigmento que le da color a la piel. También puede manifestarse en los ojos y, rara vez, dentro del cuerpo, como en la nariz o la garganta.

La causa exacta de todos los melanomas no está clara, pero la exposición a la radiación ultravioleta de la luz solar o de las lámparas y de las camas solares aumenta el riesgo de tenerlo. Limitar la exposición a la radiación UV puede ayudar a reducir el riesgo de tener melanoma.

El riesgo de manifestar un melanoma parece aumentar en las personas menores de 40 años, especialmente en las mujeres.


Prevención

No existe una manera infalible de prevenir el melanoma. Algunos factores de riesgo, tales como su edad, la raza, y el antecedente familiar no se pueden controlar. Sin embargo, hay medidas que usted puede tomar que podrían reducir su riesgo de padecer melanoma y otros cánceres de piel.

  • Limite su exposición a los rayos ultravioleta (UV). La forma más importante de reducir el riesgo de melanoma es protegerse de la exposición a los rayos UV. Lleve a cabo las medidas de protección contra el sol al estar al aire libre.
  • Preste atención a lunares anormales. Examinar su piel regularmente puede ayudar a identificar cualquier lunar u otro crecimiento nuevo o anormal. Pida a su médico que lo examine antes de que tenga la probabilidad de convertirse en cáncer de piel.
  • Evite debilitar el sistema inmunitario (cuando sea posible). Tener un sistema inmunitario debilitado aumenta el riesgo de padecer melanoma y otros tipos de cáncer de piel.

Etapas

Etapa I

El grosor del tumor mide menos de 2mm (2/25 de pulgada) y puede o no estar ulcerado. El cáncer no se ha propagado a los ganglios linfáticos adyacentes ni a partes distantes del cuerpo.

Etapa II

El grosor del tumor mide más de 1 mm y puede ser más grueso que 4 mm. Puede o no estar ulcerado. El cáncer no se ha propagado a los ganglios linfáticos adyacentes ni a partes distantes del cuerpo.

Etapa III

El grosor del tumor mide menos de 2 mm y puede o no estar ulcerado. El cáncer se ha extendido a entre 1 y 3 ganglios linfáticos adyacentes, pero es tan pequeño que sólo se puede observar con un microscopio. No se propagó a partes distantes del cuerpo.

Etapa IV

El tumor puede ser de cualquier grosor y puede o no estar ulcerado. El cáncer podría o no haberse propagado a los ganglios linfáticos adyacentes. Además, se propagó a ganglios linfáticos distantes o a órganos, como los pulmones, el hígado, o el cerebro.

Síntomas

Cualquier lunar, llaga, protuberancia, imperfección, marca o cambio inusual en el aspecto o la sensación de un área de la piel podría ser una señal de melanoma u otro tipo de cáncer de piel o una advertencia de que puede producirse.

  • Lunares normales. Por lo general, un lunar normal es una mancha de color uniforme café, canela o negro en la piel. Puede ser plano o prominente, redondo u ovalado. Generalmente, los lunares miden menos de 6 milímetros (aproximadamente 1/4 de pulgada) de ancho (aproximadamente el ancho de una goma de lápiz).
  • Posibles señales y síntomas del melanoma. La señal más importante para el melanoma es algún lunar nuevo en la piel o uno existente que haya cambiado en tamaño, forma o color. Otra señal importante es algún lunar que luzca distinto a los otros en su piel (conocido como el signo del patito feo).

Algunos melanomas no presentan estas características. Resulta importante que informe a su médico sobre cualquier cambio en su piel o nuevo lunar, o crecimientos que observe como algo distinto al resto de sus lunares. Otras señales de advertencia son:

  • Una llaga o ulceración que no sane.
  • Propagación del pigmento del borde de una mancha hasta la piel circundante.
  • Enrojecimiento o una nueva hinchazón más allá del borde del lunar.
  • Cambio en la sensación (comezón, dolor a la palpación o dolor).
  • Cambio en la superficie de un lunar (descamación, exudación, sangrado, o la apariencia de una protuberancia o nódulo).

Evaluaciones diagnósticas

La mayoría de los melanomas se traen a la atención del médico cuando la persona presenta signos o síntomas.

Si usted tiene un área anormal en su piel que podría ser cáncer, su médico la examinará y puede ordenar pruebas para saber si se trata de melanoma, otro tipo de cáncer de piel, o alguna otra afección de la piel. Si se encuentra melanoma, se pueden hacer otras pruebas para saber si se ha propagado a otras áreas del cuerpo.

  • Antecedentes médicos y examen médico. Por lo general, su médico comenzará preguntándole acerca de sus síntomas. El médico querrá saber cuándo apareció la marca por primera vez en la piel, si ha cambiado de tamaño o aspecto, y si ha causado dolor, comezón o sangrado. También puede preguntar sobre sus posibles factores de riesgo para el cáncer de piel tipo melanoma, como su historial de quemaduras y bronceados, y si usted o algún miembro de su familia ha tenido melanoma o cualquier otro tipo de cáncer de piel.
  • Biopsia de piel. Si el médico cree que una marca puede ser un melanoma, se extraerá el área que causa sospecha y se enviará a un laboratorio para examinarla al microscopio. Esto se conoce como biopsia de piel. Existen muchas maneras de hacer una biopsia de piel. El médico optará por un método basándose en el tamaño del área afectada, su localización en el cuerpo y otros factores. Cualquier biopsia es propensa a dejar por lo menos una pequeña cicatriz. Los diferentes métodos pueden dejar diferentes tipos de cicatrices.
  • Biopsias del melanoma que pudo haberse propagado. En algunos casos, puede que sea necesario realizar biopsias de otras áreas que no sea la piel. Por ejemplo, si se ha hecho un diagnóstico de melanoma en la piel, se pueden realizar biopsias de los ganglios linfáticos adyacentes para determinar si el cáncer se ha propagado a ellos. En pocas ocasiones, puede que las biopsias sean necesarias para determinar el tipo de cáncer que padece la persona.
  • Pruebas de laboratorio de las muestras de biopsia. Las muestras que se obtengan de cualquier biopsia que le hayan practicado se enviarán a un laboratorio, donde un doctor (patólogo) las observará con un microscopio para determinar si hay células de melanoma. A menudo, las muestras de piel se envían a una dermatopatología, un médico que ha recibido un entrenamiento especial para examinar muestras de piel.
  • Estudios por imágenes. Los estudios por imágenes usan rayos X, campos magnéticos y sustancias radiactivas para crear imágenes del interior del cuerpo. Principalmente se usan para localizar la posible propagación de melanoma en los ganglios linfáticos o en otros órganos. Los estudios por imágenes no son necesarios para la mayoría de las personas con melanomas en etapas muy tempranas que presentan poca probabilidad de propagación.
  • Análisis de sangre. Los análisis de sangre no se usan para diagnosticar melanoma, pero se pueden hacer algunos análisis antes o durante el tratamiento, especialmente para los melanomas más avanzados.

Tratamiento

El tipo de tratamiento (o tratamientos) que su medicó recomiende dependerá de la etapa y la localización del melanoma. Sin embargo, otros factores también pueden ser importantes, como el riesgo de que el cáncer regrese después del tratamiento, si las células cancerosas tienen ciertos cambios genéticos y su salud en general.

  • Tratamiento del melanoma en etapa 0. Los melanomas en etapa 0 (melanoma in situ) no han crecido fuera de la capa superior de la piel (la epidermis). Por lo general, se trata con cirugía (escisión amplia) para extirpar el melanoma y un margen pequeño de piel normal alrededor. La muestra extraída es enviada luego a un laboratorio para observarla al microscopio. Si se observan células cancerosas en los bordes de la muestra, puede que se haga una segunda escisión más amplia en el área.
  • Tratamiento del melanoma en etapa I. El melanoma en etapa I generalmente se trata mediante escisión amplia (cirugía para remover el melanoma, así como un margen de piel normal que está alrededor). El ancho del margen depende del grosor y la ubicación del melanoma. Más a menudo, no se necesita ningún otro tratamiento.
  • Tratamiento del melanoma en etapa II. La escisión amplia (cirugía para extraer el melanoma y un margen de piel normal circundante) es el tratamiento convencional para el melanoma en etapa II. El ancho del margen depende del grosor y la ubicación del melanoma. Debido a que el melanoma podría haberse propagado a los ganglios linfáticos cercanos, muchos médicos recomiendan también una biopsia del ganglio centinela (SLNB). Usted y su médico deben discutir esta opción.
  • Tratamiento del melanoma en etapa III. Estos cánceres ya han alcanzado a los ganglios linfáticos cuando se diagnosticó el melanoma. El tratamiento quirúrgico para el melanoma en etapa III usualmente requiere la escisión amplia del tumor primario como en etapas más iniciales, junto con la disección de ganglios linfáticos.
  • Tratamiento del melanoma en etapa IV. Los melanomas en etapa IV ya se han propagado (metástasis) a los ganglios linfáticos distantes o a otras áreas del cuerpo. Los tumores en la piel o los ganglios linfáticos agrandados que producen síntomas a menudo se pueden extirpar mediante cirugía o se pueden tratar con radioterapia. Las metástasis en los órganos internos a veces se pueden extirpar, dependiendo de cuántas hay presentes, donde están localizadas y la probabilidad de que causen síntomas. Las metástasis que causan síntomas, pero que no se pueden extirpar, se pueden tratar con radiación, inmunoterapia, terapia dirigida o quimioterapia.
  • Tratamiento del melanoma recurrente. El tratamiento del melanoma que reaparece después del tratamiento inicial depende de la etapa del melanoma original, los tratamientos que la persona recibió, el lugar donde el melanoma regresa, y otros factores.
    1. Recurrencia local. El melanoma podría regresar en la piel cercana al lugar donde se originó el tumor, algunas veces incluso en la cicatriz de la cirugía. En general, estas recurrencias locales (en la piel) se tratan con una cirugía similar a la que se recomendaría para el melanoma primario. Esto podría incluir una biopsia del ganglio linfático centinela (SLNB). Dependiendo de los resultados de la SLNB, también es posible recomendar otros tratamientos.
    2. Recurrencia en tránsito. Si el melanoma regresa en los vasos linfáticos cercanos de la piel o debajo de la misma (conocidos como recurrencia en tránsito), estos se deben extraer, si es posible.
    3. Recurrencia en los ganglios linfáticos adyacentes. Si no se extirparon todos los ganglios linfáticos adyacentes durante el tratamiento inicial, el melanoma puede regresar en estos ganglios linfáticos. La recurrencia a los ganglios linfáticos se trata mediante disección de ganglios linfáticos si se puede hacer, a veces seguida de tratamientos adyuvantes (adicionales) como radioterapia y/o inmunoterapia o terapia dirigida.
    4. Recurrencia en otras partes del cuerpo. El melanoma también puede regresar en partes distantes del cuerpo. Casi cualquier órgano puede ser afectado. Con más frecuencia, el melanoma regresará en los pulmones, los huesos, el hígado o el cerebro. Por lo general, el tratamiento de estas recurrencias es el mismo que se usa en el melanoma que se encuentra en etapa IV (remítase a la información anterior).

Si necesitas ayuda, en ALTRUS Centro de Cancerología tenemos lo más nuevo en tratamientos contra el cáncer.


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