Cómo la dieta puede influir en el riesgo de padecer cáncer.
El cáncer sigue siendo una de las principales preocupaciones de salud en todo el mundo. En las sociedades desarrolladas, ocupa el segundo lugar como causa de muerte, después de las enfermedades cardiovasculares, y representa aproximadamente el 25% de las funciones. Si bien la incidencia de los diferentes tipos de cáncer varía entre los países menos y más desarrollados, hay un factor común que destaca: el riesgo de desarrollar cáncer aumenta con la edad.
Sin embargo, la edad no es el único factor que influye en la aparición del cáncer. Los estudios epidemiológicos han demostrado una fuerte relación causal entre ciertos tipos de cáncer y determinados hábitos de vida, así como la alimentación. De hecho, se estima que más de un tercio de los casos de cáncer podrían ser atribuibles a la dieta.
La dieta juega un papel crucial en el origen y desarrollo de los tumores. Algunos alimentos y nutrientes se han identificado como protectores frente al cáncer, mientras que otros se asocian con un mayor riesgo de desarrollar esta enfermedad. Por ejemplo, en los países menos desarrollados, los cánceres más frecuentes incluyen los de esófago, estómago, hígado y cavidad oral, que están relacionados con la ingesta de alimentos contaminados y la falta de higiene en la preparación de alimentos.
Numerosos estudios pueden revelar que ciertos alimentos y nutrientes tienen propiedades protectoras contra el cáncer. Por ejemplo, una dieta rica en frutas y verduras, que son fuentes de vitaminas, minerales y antioxidantes, se ha asociado con una reducción en el riesgo de cáncer de diferentes tipos. Estos alimentos ayudan a neutralizar los radicales libres, que son moléculas inestables que pueden dañar las células y desencadenar el desarrollo de tumores.